En una esquina del barrio tradicional San Antonio, en la ciudad de Cali, se
encuentra el restaurante Azul. Este es un restaurante boutique de color azul y
terracota, es bastante amplio y fresco, perfecto para el terrible calor que
hace en esta ciudad. Su decoración sencilla y mediterránea es característica
del lugar: Los cojines de colores, cuadros de especies arábicas, saleros
pintados a mano con figuras arabescas y su chef con un inigualable carisma.
Este es uno de mis restaurantes favoritos en Cali, al llegar me sorprendieron
los platos nuevos de la carta. Sin duda alguna quería probarlos todos.
Como es usual, estaba indecisa y no sabía si pedir el conejo en salsa de
frutos secos o el tajin de cordero con dátiles. Como pueden ver, la
comida es muy mediterránea, inspirada en la comida de marruecos y la comida
española. Mientras mi familia y yo decidíamos qué queríamos pedir, Diego, el
mesero de toda la vida del restaurante nos trajo las entradas de la casa. Antes
de hablarles de estas deliciosas entradas quiero hacer un paréntesis para
hablar de Diego. Este señor es un personaje, sonriente, carismático, atento,
gentil y ya de tanto ir a Azul se ha vuelto un amigo de la familia. Ahora sí,
las entrada es una canasta que viene acompañada de unos encurtidos, uno de
zanahoria y el otro de berenjena. El de berenjena es un sabor muy árabe, las
berenjenas fueron ahumadas y luego condimentadas con perejil, aceite de oliva y
un poco de ajo. El encurtido de zanahoria es un poco más especiado y por esto no
logré reconocer todos los sabores, no obstante, les puedo decir que tiene ajo,
curry, laurel, cebolla troceada muy finamente, aceite de oliva, tomillo y
azahar.
Despues de tanto pensar, decidí pedir una sopa llamada "Harira"
hecha de garbanzo, cordero, lentejas amarillas y couscous. Lo anterior era la
entrada, de plato fuerte me fui con el tajin de cordero. Mientras esperábamos
nuestros platos nos relajamos con la música que ambienta este aromático lugar,
era puramente instrumental y relajante.
Llegó mi entrada y era una sopa que se veía pequeña pero después me di
cuenta que estaba a punto de llenarme, una buena porción. Este sabor les juro
que es algo indescriptible, es magia hecha sopa. Yo soy fan de la comida árabe,
condimentada y especiada a morir. La Harira sabía a curry, sabía a limón en
salmuera, tenía un poco de cabello de ángel y estaba ligeramente picante. Era
una mezcla sensacional de sabores que tienen que probar ustedes mismos. El
plato fuerte era otra muy buena porción. Había una cama de cuscous sin salsa y
encima estaba el cordero tiernecito con dátiles, cebolla caramelizada, maní, y
tomates cherry. El cordero estaba gustoso y al mezclarlo en el paladar con el
couscous se hacía un buena combinacion de texturas y sabores. El plato era
bastante grande y yo que soy buena muela no me lo pude acabar. También estaba
un poco dulzón y la salsa del cordero era suavemente parecida a la textura de
la miel, por esto es indispensable tener una bebida al lado.
Ese día, creo yo, que fue la primera vez que salí de azul sin comerme el
mejor postre de maracuyá que he probado en este planeta. Es un postre que
siempre puedo recordar con una sonrisa, no sabe mucho a crema de leche y
tampoco es ácido a morir pero tiene una cucharada de maracuyá encima y cuando
se combina el maracuyá natural con el mousse eso hace una explosión de sabor en
la boca, es sencillamente el mejor del mundo. Por otro lado, tristemente, la
cocinera Martha Izquierdo no estaba y esto es triste porque me encanta pedir
sus platos clandestinos. Estos platos son hechos por ella misma y son
diferentes siempre porque llega a la mesa lo que a ella le haya gustado hacer
esa noche. De las más de diez veces que he ido a Azul el 90% he pedido platos
clandestinos y nunca me ha llegado algo parecido, es una muy buena opción para
los indecisos como yo.
Para terminar, como siempre, precios: los platos oscilan entre 30 y 40 COP es un restaurante costoso pero vale la pena pagar por todas las delicias que Azul
tiene que ofrecer. También quiero aclarar que si no eres una persona que le
gustan las cosas condimentadas y de sabores fuertes, aromáticas y especiados
este pueda que no sea la carta con la mejor oferta, sin embargo, podrás
encontrar platos de carnes rojas y blancas, pastas y ensaladas que no están muy
condimentadas. Azul es la mejor opción para transportarte al mediterráneo y
tener una velada muy tranquila.
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