Descubrí un restaurante-bar en la zona T muy diferente a lo que estamos acostumbrados en la capital. Su nombre es Blind Tiger. Déjenme contarles todo, desde la reserva, hasta la salida del bar. En uno de mis infinitos días de búsqueda de sitios diferentes en Bogotá, me encontré un tal bar clandestino: Blind Tiger, anoté el teléfono del lugar y llamé a reservar una mesa para dos. Me dijeron que el código de reserva, que a su vez es el de entrada al lugar era: Al capone eres lo máximo. Desde ese momento dije "Blind Tiger eres lo máximo"; en ese momento supe que mi experiencia iba a ser ultra wow.
Llegamos Diego y yo al bar, por fuera se veía un lugar de cuatro mesas y una biblioteca de fondo. Yo dije " ¡qué clase de engaño es este tal bar clandestino si se ve a leguas en la mitad de toda la T!" El caso es que le dije a un mesero que teníamos reserva para dos y le dije el código. Bueno, en esas veo que la biblioteca se vuelve una puerta y el restaurante sigue por dentro. El sitio tiene una luz amarilla muy tenue, el lugar es pequeño y la música es rock de los 50's. Los meseros son muy amables, la atención es bastante especializada, a cada mesa le dan un trato único, respetuoso y que se siente como casa. Esta atención se describe con dos palabras: atención humana y sonrisas sinceras. A pesar del buen recibimiento, nos topamos con meseros que no se saben bien la oferta del restaurante, el sitio tiene un solo mesero que conoce toda la oferta y es muy notorio cómo los demás le preguntan todo a él. Lo anterior se hace obvio cuando recibes la carta de cócteles que tiene todas la páginas con muchos nombres raros y no hay descripción del trago y entonces toca recurrir al mesero. Aquí les voy a aclarar por qué la atención es personalizada, ese día tenía ganas de cerveza negra, sin embargo, nunca había probado la club negra y ellos me dieron la opción de traerme un shot de esa cerveza para probarla y si me gustaba poder pedir el vaso grande. La verdad, me gusta más la negra de BBC que tiene un toque de café tostado y por eso pedimos una pinta de Club dorada.
Si bien los cócteles del lugar se veían deliciosos, en especial los cócteles de la prohibición, ese día queríamos cerveza y en otra ocasión pudimos probar los famosísimos tragos de la prohibición. Quiero contarles de estas mezclas de licores porque son bastante particulares. Este restaurante está inspirado en la época de la prohibición del alcohol en Estados Unidos, por esto usan la clave para entrar al lugar y la biblioteca que se vuelve una puerta. Para darle todavía más fuerza a esta inspiración hecha realidad, tienen estos tragos que se remontan a los que se tomaba en esa época, los cócteles de la prohibición (27.000 cop), mezclas que no se encuentran en cualquier bar de esta ciudad. En otra ocasión, como ya les conté, probé uno con jengibre que me pareció perfecto para la noche.
Pero bueno, sin más cháchara, pedimos una entrada de Pulled Pork nachos (18.000cop) que llegó muy rápido, esta entrada es una de las entradas estrella del local. Los nachos tienen un sabor tradicional del pico de gallo, un toque dulce del cerdo desmechado, una porción perfecta de jalapeños (ni muy picante ni poco picante) y lo que más le resalto al plato, después de la delicia de cerdo, es que el queso cheddar no es el típico queso radioactivo y de mentira que te ofrecen en cine. La porción es realmente grande, para dos personas es bastante y eso me gusta porque detesto los restaurantes tacaños con la comida. Si uno sale a comer es para disfrutar y no para quedar con ganas de más sabor o incluso con hambre. El toque diferente de estos nachos es la forma en la cual cocinan y sazonan la proteína además de los picos de sabor que encontramos en el plato. El ácido del pico de gallo y el dulzor del cerdo se mezclan perfecto en la boca, tenemos sabores picantes, salados, ácidos, y dulces; la fusión es deliciosa.
Luego de habernos comido este manjar, yo pedí de plato fuerte una entrada que resume las hamburguesas que venden en el lugar. Les explico, de platos fuertes tenemos una oferta de tres hamburguesas y como quería probarlas todas, había una entrada que son tres mini hamburguesas de los mismos sabores de las grandes. Así, cuando vuelva puedo pedir la grande de lo que más me haya gustado. Diego, con su afición a las costillas pidió unas tamarindo ribs. Las mini hamburguesas vienen acompañadas de papas en cascos con salsa de tomate y en verdad este plato es fantástico. Tenemos una blue cheese burguer, american cheese burguer y la mignon burguer; todas traídas a término medio perfectamente. Las tres hamburguesas estaban jugosas, los panes y las verduras estaban frescos, la carne era magra y había una buena porción de queso. La de queso azul viene con cebolla confitada, la personalidad de esta mini no es excesivamente fuerte, es perfecta para el paladar. La americana es la hamburguesa más tradicional que conocemos, es suave y el hit de esta es la preparación de su carne. Por último tenemos la mignon, con tocineta crujiente y champiñones. Este plato es sin duda tan rico que no dan ganas de compartirlo.

Por otro lado tenemos las costillas, carnudas, grandes, hechas perfectamente, un toque de ahumado y con una salsa deliciosa. Con este plato comprobamos que realmente saben preparar cerdo. Ya al final estábamos tan llenos que no hubo campo para el postre y en verdad no nos importó. La experiencia fue maravillosa y sin duda volveré a terminar de probar las delicias que guarda este lugar. Si quieren una experiencia diferente en la misma ciudad que los ha visto crecer, no duden en ir a Blind Tiger. Es un bar con personalidad, con un ambiente único y relajado y con una atención que a mi gusto es excepcional.
Teléfono del lugar: 3043427391
El restaurante prefiere reservas vía WhatsApp así que les recomiendo que lo hagan así (ese teléfono es el de un celular)