miércoles, 25 de noviembre de 2015

Amores y desamores en Agadón

Agadón es un restaurante que causó muchos sentimientos encontrados. Me fui en plan chismes con un amigo del colegio, por lo cual hamburguesiar nunca falla. También tengo que admitir que últimamente ando en el modo de encontrar la mejor hamburguesa de Bogotá y Agadón era un must. Nos hicimos en la parte de adentro del restaurante, no sentamos y pedimos dos chapinero porter para empezar. El lugar tenía unos televisores con unos partidos de football de fondo y no había musiquita parchada y por primera vez en la vida me di cuenta de la importancia de la música. El ambiente se hacía soso y solo se escuchaba a la gente en sus cuentos. El caso es que pedimos unos macarrones con queso para empezar y decidimos compartir una ranch burguer y unas costillas, a recomendación de la mesera. La comida fue bastante rápida, los macarrones les digo que son los mejores que he probado en mi vida, la pasta estaba en su punto, me encantaron, el queso se estiraba, había un buen sabor a queso ya que usaban quesos ni muy fuertes ni muy suaves y no sabía a queso cheddar de tarro. Me encantan los quesos que usaron y el sabor que logran ya que solo quisiera volver por esos macarrones tan de locos.

Luego llegó la hamburguesa y las costillas, nos partimos todo a la mitad y probamos. Oigan que hamburguesa tan increíble. El pan estaba un poco blando para mi gusto, pero como para gustos los colores, a mi amigo le encantó. La combinación de sabores era increíble, el término y sazón de la carne también. Tenía queso mozzarella, tocineta ahumada, cebolla caramelizada, pimentones asados y salsa BBQ. Tenía un saborcito a carbón muy sutil pero que hace toda la diferencia, y la combinación de sabores hacen boom en la boca. Muy rica esta hamburguesa y creo que es de las top de Bogotá así como los macarrones. 


Aquí viene mi primer desamor. La recomendación de la mesera no me gustó. Las costillas estaban muy huesudas, el sabor era bien químico y en general me decepcionaron. La mesera dijo que la gente las pedía y las dejaba peladas de lo ricas y que había gente que solo iba por esas costillas. Yo llegué a la conclusión de que costilla pelada es un símbolo de tacañería, si la gente las deja peladas es porque tienen tan poca carne que toca pelarlas para tratar de quedar llenos. 

Comentarios generales: la hamburguesa la tienen que probar, las costillas no, los platos traen muchas papas que son delis, los platos son caros y las porciones son pequeñas; para los precios tan altos que tienen son bien tacaños. Pedí agua de la llave y me dijeron que es que las tuberías la la la y que no me daban agua de la llave (creo que era puro cuento). Ahí están mis desamores. 



Mis amores: obviamente los macarrones, la hamburguesa súper rica y una increíble malteada de frutos rojos. Oigan que delicia de malteada, fresca, no hostigante y bien sabrosa, fresca de textura y temperatura mejor imposible!! prueben eso también. Para terminar quiero resaltar algo muy importante del servicio. Al pagar la cuenta nos preguntaron que qué tal todo y dije que todo deli pero que las costillas estaban bien huesudas. Pues sin preguntar ni nada nos llegaron con un postre de cortesía y esos detalles hacen que esté completamente enamorada de este lugar. Me encantó el detalle y lo agradezco, ellos fueron súper atentos.

























miércoles, 18 de noviembre de 2015

Paraíso de mariscos

Central Cevichería es un lugar especializado en mariscos y es de otro mundo. Me encantó todo. Para empezar pedimos una sangría que estaba bien de sabor, fresca y frutal. Sin embargo creo que le faltó un poco de fuerza al vino porque estaba floja de alcohol. 

Como entradas pedimos 3 ceviches, dos de pescado y uno mixto, y un tiradito de pulpo en leche de tigre. Escogimos un ceviche picante al chipotle con tomate, limón, cebolla ocañera y aderezo picante de chile chipotle. El segundo ceviche era un poco más dulzón tenía leche de coco, cebolla ocañera en infusión de limonaria, jengibre y un toque de ají sriracha. El último era el ceviche a la parrilla con cebolla grillé, tomates cherry, papitas y aderezo de páprika. Para mí, el ganador fue el de coco, luego el grillado y por último el de chipotle, ojo no es que no sean ricos, todos estaban deliciosos pero había que ordenarlos. El de coco tenía un excelente balance entre el dulce y el ácido del limón, además había un toque de frescura que aportaba la hierbabuena. El ceviche con las papas fritas no era fresco, tenía una personalidad fuerte y los crujientes le quedaban muy bien, la salsa era bien neutra pero tenía un sabor exquisito. Por último, el ceviche picante. El picante no era exagerado, era en su punto, el ceviche tenía maíz, pescado fresco, ají amarillo y cilantro. En resumen, tenemos productos frescos y de excelente calidad, uno fresco, otro picante y otro crocante. 

El tiradito de pulpo si bien estaba muy rico, igualmente fresco y de la misma calidad, soy una personas que ama la mezcla de sabores y tener solo el sabor del pulpo con el aceite, el limón y pocos aderezos no me llama mucho la atención, por esto comí poco. Quiero resaltar que el pulpo no estaba cauchudo y si este plato les encanta, este es el lugar para comerlo.
Como plato fuerte pedí una "ensalada" marinada de mariscos parrillados, servido con papa salteada, cebolla roja con un aderezo de páprika y Diego pidió un salteado de mariscos en aceite de oliva, ajo, limón y cilantro con un arroz cremoso de coco. Ambos platos estaban sensacionales pero la supuesta ensalada fue la mejor. No crean que es una ensalada con lechugas y tal, al ver la foto se darán cuenta que eran puros mariscos (pero el sabor no era mariscoso), ¡y de sabor! es que tienen que pedirlo es asombroso. Los mariscos estaban cocinados en su punto y brillaron con su propio sabor, no se opacaron con salsas. Curioso que yo, que amo las salsas, como ya lo dije, haya preferido este plato. La respuesta es sencilla, los mariscos supieron brillar con luz propia, la forma en la cual los prepararon los hicieron de los mejores que he probado y solo por eso lo nombro como mejor plato de la noche. Los tomates estaban deliciosos, jugosos y no estaban crudos. 


 Para terminar, quiero decirles que el manejo de los productos en este lugar es de primera calidad al igual que la calidad de los mariscos. Creo que es de los mejores sitios en Bogotá para comer comida de mar y los sabores aunque son muy puros tienen giros que no se pueden descifrar y que son asombrosos.




miércoles, 11 de noviembre de 2015

Burguer Kill


 Fuimos al Burguer Kill de la 14 con 85. El sitio es pequeño y con gran personalidad. Fuimos a la caja a pedir nuestras hamburguesas. Había gran oferta, sin embargo ese día se les había agotado todo el surtido de panes y me quedé con las ganas de probar el pan pimienta. Así, yo pedí una hamburguesa Big Kill (220 gramos) de tocineta y parmesano en pan tradicional. Si quieren una hamburguesa menos grande pueden pedir una de 180 gramos; era la primera vez que iba a probar una hamburguesa rellena. Para un restaurante de comida rápida es curioso que uno pida su orden en la caja y la mesera lleve a la mesa la comida, eso me gustó mucho. 


 Las mesas estaban limpias, tenían unos manteles plásticos de cuadritos y salsas Heinz. El lugar es particular, tiene buena música y una decoración entretenida. Este sitio es lleno de luces, latas antiguas de salsa Heinz, detalles por todas partes. Era chevere porque al esperar la hamburguesa no se hacía aburrido. En las rejas había muchas luces azules con vacas de plástico, en el techo luces de muchos colores con latas Heinz, en una pared había cuadros chistosos, en la entrada al baño había unos muñecos de juguete, etc. Al principio nos sentamos en una mesa justo al lado del parlante y nos tocó cambiarnos porque era bastante molesto, si van, tienen que saber que hay 2 mesas que son las mal ubicadas: las del parlante, no se sienten en esas.

Cuando llegó la comida no supe cómo empezar a comérmela, era enorme y olía bien. La carne estaba muy rica, bien sazonada y me recordaba a la carne que vender en Koller para hacer hamburguesas. Tuve un problema y es que creo que estaba mal armada porque se desbarató y fue aun más difícil comérsela, aun así, valió la pena. En el centro me encontré con una tocineta crujiente y un parmesano muy gustoso, después de unos bocados se siente la mezcla de la carne, la tocineta y el queso; es sensacional. Si bien la hamburguesa es deliciosa y jugosa hay algo que le falta y yo no sé qué es, le falta algo especial que la vuelva increíble y solo por eso me quedo con la hamburguesa de la Xarcutería. 
El relleno de tocineta con queso


Aquí les dejo el menú del lugar, vayan que la hamburguesa vale la pena probarla es muy rica y volveré a probar los otros rellenos y los otros panes.