Agadón es un restaurante que causó muchos sentimientos encontrados. Me fui en plan chismes con un amigo del colegio, por lo cual hamburguesiar nunca falla. También tengo que admitir que últimamente ando en el modo de encontrar la mejor hamburguesa de Bogotá y Agadón era un must. Nos hicimos en la parte de adentro del restaurante, no sentamos y pedimos dos chapinero porter para empezar. El lugar tenía unos televisores con unos partidos de football de fondo y no había musiquita parchada y por primera vez en la vida me di cuenta de la importancia de la música. El ambiente se hacía soso y solo se escuchaba a la gente en sus cuentos. El caso es que pedimos unos macarrones con queso para empezar y decidimos compartir una ranch burguer y unas costillas, a recomendación de la mesera. La comida fue bastante rápida, los macarrones les digo que son los mejores que he probado en mi vida, la pasta estaba en su punto, me encantaron, el queso se estiraba, había un buen sabor a queso ya que usaban quesos ni muy fuertes ni muy suaves y no sabía a queso cheddar de tarro. Me encantan los quesos que usaron y el sabor que logran ya que solo quisiera volver por esos macarrones tan de locos.
Luego llegó la hamburguesa y las costillas, nos partimos todo a la mitad y probamos. Oigan que hamburguesa tan increíble. El pan estaba un poco blando para mi gusto, pero como para gustos los colores, a mi amigo le encantó. La combinación de sabores era increíble, el término y sazón de la carne también. Tenía queso mozzarella, tocineta ahumada, cebolla caramelizada, pimentones asados y salsa BBQ. Tenía un saborcito a carbón muy sutil pero que hace toda la diferencia, y la combinación de sabores hacen boom en la boca. Muy rica esta hamburguesa y creo que es de las top de Bogotá así como los macarrones.
Aquí viene mi primer desamor. La recomendación de la mesera no me gustó. Las costillas estaban muy huesudas, el sabor era bien químico y en general me decepcionaron. La mesera dijo que la gente las pedía y las dejaba peladas de lo ricas y que había gente que solo iba por esas costillas. Yo llegué a la conclusión de que costilla pelada es un símbolo de tacañería, si la gente las deja peladas es porque tienen tan poca carne que toca pelarlas para tratar de quedar llenos.
Comentarios generales: la hamburguesa la tienen que probar, las costillas no, los platos traen muchas papas que son delis, los platos son caros y las porciones son pequeñas; para los precios tan altos que tienen son bien tacaños. Pedí agua de la llave y me dijeron que es que las tuberías la la la y que no me daban agua de la llave (creo que era puro cuento). Ahí están mis desamores.
Mis amores: obviamente los macarrones, la hamburguesa súper rica y una increíble malteada de frutos rojos. Oigan que delicia de malteada, fresca, no hostigante y bien sabrosa, fresca de textura y temperatura mejor imposible!! prueben eso también. Para terminar quiero resaltar algo muy importante del servicio. Al pagar la cuenta nos preguntaron que qué tal todo y dije que todo deli pero que las costillas estaban bien huesudas. Pues sin preguntar ni nada nos llegaron con un postre de cortesía y esos detalles hacen que esté completamente enamorada de este lugar. Me encantó el detalle y lo agradezco, ellos fueron súper atentos.
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